Jueves 11 de agosto de 2022.- Se dio la partida a la primera iniciativa en Chile para identificar y separar residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) con contaminantes orgánicos persistentes (COPs). Esto, en el marco del programa Residuos-E, que se realiza a nivel latinoamericano para fortalecer programas nacionales y mejorar la cooperación regional en el manejo ambientalmente adecuado de estos desperdicios.
El piloto es liderado por Fundación Chile en conjunto con el Ministerio del Medio Ambiente, en un trabajo que incluye a tres gestores del ámbito del reciclaje electrónico: Degraf, Pañiwe y Fundación Chilenter.
"El piloto es una actividad clave del proyecto Residuos-E, ya que considera el trabajo directo con los gestores de RAEE con el fin de asegurarnos de que logren realizar una gestión ambientalmente racional de este tipo de residuos. El trabajo incluye charlas, capacitaciones y una enriquecedora y constante retroalimentación", explica Cristóbal Girardi, líder de Gestión de Riesgo Ambiental del área de Sustentabilidad de Fundación Chile.
Según el ejecutivo, "a través del piloto concientizamos a los gestores respecto de la problemática sanitaria y ambiental que pueden representar los RAEE que contengan contaminantes orgánicos persistentes. Es fundamental que los trabajadores de las plantas conozcan los riesgos asociados a la manipulación de este tipo de residuos y también las negativas consecuencias que pueden tener para el ser humano y los ecosistemas si estos no son gestionados correctamente".
Girardi advierte que "hay un riesgo potencial al desechar y reciclar determinados RAEE que puedan tener piezas plásticas con COPs, ya que podrían liberarse a la atmósfera bajo condiciones específicas que se deben evitar".
Comprometidos con la gestión segura
Las tres empresas han participado activamente en en el piloto, mostrando su compromiso para evitar los riesgos que representan los contaminantes orgánicos persistentes en la gestión de los RAEE.
Gabriela Pérez, Gerenta General de Degraf, comenta que el piloto es "un aporte para avanzar hacia mejoras en los procesos ambientales y fortalecer dinámicas de triple impacto".
Por su parte, César Castro, Director Ejecutivo de Pañiwe, señala que la empresa "realiza continuamente esfuerzos para que todas las fracciones generadas en el manejo y tratamientos de RAEE sean valorizadas adecuadamente, por lo que formar parte de este programa nos da las herramientas necesarias y generan el punto de partida para la valorización efectiva del plástico a gran escala, gracias a la eliminación de los COPs".
El piloto finalizará en noviembre de 2023, cuando se pretende entregar una propuesta de reglamento técnico para la correcta gestión de los RAEE en Latinoamérica, donde se incluya la obligatoriedad de identificar y separar los residuos con contaminantes orgánicos persistentes.
Al respecto, Karien Volker, Subgerente de Consumo y Producción Sustentable de Fundación Chile, destaca que este programa forma parte de uno de "los grandes temas que impulsamos desde Fundación Chile, como es la economía circular, especialmente en contexto de cambio climático. La meta final es aportar a un Chile y a un planeta más sustentable, disminuyendo los residuos de todo tipo, no solo los RAEE. A nivel internacional, de acuerdo a las cifras del Reporte The Circularity Gap, solo un 8,6% de los materiales extraídos y utilizados anualmente vuelven a ingresar en la economía. El resto se transforma en desperdicio, lo que muestra la urgencia de reemplazar el modelo lineal".
Cabe destacar que 13 países de Latinoamérica integran el proyecto: Perú, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Argentina, Nicaragua, Panamá, Costa Rica, Venezuela, Guatemala, El Salvador, Honduras, además de Chile, siendo nuestro país el tercero que más RAEE genera per cápita, con 11,6 kilos de chatarra al año por habitante.