Es como una “joya” en muchos laboratorios. Uno de los equipos más preciados. Su alto nivel de eficiencia, confianza, rapidez y estabilidad, por nombrar solo algunos atributos, lo hacen imprescindible en muchos laboratorios de análisis de matrices ambientales y de otro tipo.
La citada tecnología es la de plasma de acoplamiento inductivo (ICP), una fuente de ionización que junto a un espectrofotómetro de emisión óptico (OES) constituye el equipo ICP-OES (llamado así por su nombre en inglés).
Con esta técnica, integrada al campo de la química analítica, “se pueden identificar y cuantificar todos los elementos de la tabla periódica –a excepción del nitrógeno, oxígeno, halógenos y gases nobles– mediante su espectro de emisión utilizando el plasma como fuente de excitación”, apunta Marlene Santander, Jefe de Laboratorios de Servicios Analíticos de la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la Universidad de Concepción.
¿Cómo opera? La introducción continua de la muestra líquida y un sistema de nebulización forma un aerosol que es transportado por el argón a la antorcha del plasma, acoplado inductivamente por radio frecuencia. En el plasma, debido las altas temperaturas generadas, los analitos son atomizados e ionizados generándose los espectros de emisión atómicos de líneas características. Los espectros son dispersados por la red de difracción y una vez que las líneas de emisión han sido aisladas el detector mide su intensidad. La información es procesada por el sistema informático.
Aportes Varios
¿Cuáles son sus mayores contribuciones? La profesional las detalla: “Este equipo permite cuantificar elementos de variadas matrices que se han tratado adecuadamente. Lo puede hacer dependiendo de la configuración de los nebulizadores, pudiendo soportar desde altas concentraciones de sólidos disueltos hasta muestras limpias sin ningún tipo de sólidos. También presenta una muy buena reproducibilidad; registra una alta estabilidad; optimiza las condiciones de análisis, seleccionando tiempos de integración para longitudes de onda individuales por método; y es apto para trabajar en un amplio rango de operación. Otra de sus mayores ventajas es que ha sido diseñado para eliminar interferencias, por lo que es un sistema más confiable comparativamente con otros, simplificando el tratamiento de las muestras”.
Siguiendo con sus fortalezas, la profesional destaca la facilidad con la cual se puede pasar desde el método de lectura “axial”, que permite detectar concentraciones bajas, a “radial”. Con este último se logran detectar concentraciones mayores, con un amplio rango de determinación de las mismas.
Y en comparación con la técnica de Espectrometría de Absorción Atómica, los sistemas de plasma óptico “son mucho más rápidos y eficientes”, afirma.
La tecnología ICP-OES se puede emplear para el análisis de plantas, suelos, rocas, minerales, sedimentos, lodos, alimentos, bebidas, aguas residuales y de consumo, materiales cerámicos, metálicos, aceros y otros.
Mantención y Fallas
Si se busca asegurar la confiabilidad de los resultados de los análisis en este tipo de equipos, la certificación de los ensayos es una opción a tomar. Al respecto, Marlene Santander señala que “esto lo exige el mercado o la autoridad para una mayor certeza y rigurosidad de los métodos y resultados de los análisis, que pueden ser demostrables, comparables y trazables. Todo eso se asegura trabajando bajo sistemas de gestión como la norma ISO 17025, referida a calidad para laboratorios de ensayo”.
Lea este artículo completo en InduAmbiente 147, julio-agosto 2017, páginas 80 a 81.