Buscan mejorar productividad agrícola reusando efluentes tratados de industria de la celulosa

Jueves 16 de diciembre de 2021.- Trabajar en la reutilización de aguas residuales de la industria de la celulosa, reduciendo y eliminando elementos o compuestos químicos remanentes que no son descartados en el tratamiento convencional de los procesos, es el propósito del proyecto "Uso de efluentes de celulosa para riego agrícola".

Se trata de una iniciativa liderada por el decano de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción (UdeC) e investigador del Centro Eula Dr. Roberto Urrutia. Participan también el académico Dr. Mauricio Aguayo, y la profesional Carolina Badilla. Cuenta con un plazo de dos años para su desarrollo, que comenzará en enero de 2022.

El proyecto se enmarca en la reciente adjudicación de financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional FIC-R, que aprobó un total de 44 iniciativas UdeC seleccionados por el Consejo Regional del Biobío. La inversión supera los 13.400 millones de pesos para el total de ellas, configurando una cifra que prácticamente dobla los 700 millones asignados el año pasado.

Reducir contaminantes

Para el Dr. Urrutia, jefe del proyecto, una de las principales virtudes de este trabajo es que al minimizar las sustancias contaminantes en los efluentes se podrá aumentar la superficie efectiva de riego, y por ende la productividad agrícola. Esto ayuda a garantizar que la calidad del efluente que la industria de la celulosa incorpora, entregándola para riego a los agricultores, no constituya un riesgo para la salud de las personas y el ecosistema.
"Hoy, la industria de la celulosa cobra gran relevancia debido a que genera efluentes de 100 mil metros cúbicos al día en promedio, los que podrían ser reutilizados para el riego u otro proceso productivo. Aunque los actuales sistemas de tratamiento disminuyen la emisión de contaminantes al ambiente, los efluentes de celulosa contienen altas concentraciones de nitrógeno, fósforo y potasio, que son descargados al ambiente y ahora podrían ser aprovechados por los agricultores para mejorar el rendimiento de sus cultivos", explicó Urrutia.

La problemática de la reutilización de este recurso cobra especial importancia en el contexto en que Chile busca convertirse en una potencia agroalimentaria. Para ello, debe aumentar la superficie efectiva de riego. Sin embargo, la agricultura es el sector que más consume este recurso, con cerca del 70% de agua dulce disponible. El escenario actual de cambio climático incrementa la presión sobre la demanda para sus diferentes usos y abastecimiento.

Dentro de las acciones específicas que contempla el proyecto, está el establecimiento de las condiciones basales del efluente, suelo y cultivo agrícola; la eventual detección de otros compuestos que deban ser abatidos o eliminados; la implementación de un sistema adicional de reducción de contaminantes; y también la evaluación del efecto sobre los cultivos del riego con efluente tratado y con tratamiento adicional de celulosa, con el fin de conocer la presencia o ausencia de contaminantes en los cultivos, suelo y agua infiltrada.