Miércoles 13 de diciembre de 2023.- El acuerdo final de la COP28, la cumbre del clima de Dubái, llama a los países a transitar hacia el fin de los combustibles fósiles. Es la primera vez en los más de 30 años de estas conferencias en la que se incluye una mención explícita a los hidrocarburos, el principal culpable de la crisis climática.
"Es un logro histórico" señaló el presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, entre una gran ovación en pie durante el plenario en el que se ha aprobado, por consenso de prácticamente todas las naciones del mundo, este texto.
Tras dos semanas de cumbre y una última larga noche de negociación, el acuerdo se aprobó este miércoles antes de lo previsto, en los primeros minutos del plenario final. Se trata del balance global del Acuerdo de París, un documento que traza la senda a seguir en acción climática en lo que queda de la actual década.
El fin de los combustibles fósiles -petróleo, gas y carbón- se había convertido desde el principio de la cumbre en el asunto central de la misma y el principal motivo de fricción entre los negociadores. Finalmente, no se pide su "eliminación progresiva", como reclamaban la Unión Europea (UE) y un centenar de países, además de las organizaciones ecologistas, pero sí un concepto similar, "transition away from", una transición hacia el abandono de estas energías.
Además de esta mención a los combustibles fósiles, en el mismo artículo del documento de 21 páginas se plantean otra serie de opciones de reducción de emisiones, una especie de "carta" de la que cada país puede elegir qué aplicar. Y entre estas opciones, aparecen la energía nuclear, las cuestionadas tecnologías de captura de carbono, las renovables y el "hidrógeno de bajas emisiones". Para los ecologistas, este es uno de los puntos más cuestionables del acuerdo, ya que abre la puerta a aumentar las inversiones en "falsas soluciones" que no han demostrado su efectividad para reducir las emisiones y las ponen "al mismo nivel" que la eólica o la solar, cuya eficacia sí que está demostrada.
"El principio del fin de la era fósil"
Al Jaber, ministro de Industria de Emiratos Árabes Unidos y también director de la petrolera estatal ADNOC, no podía ocultar su alegría en su primer discurso tras aprobar el texto. Su país había definido la organización de la COP28 como un reto diplomático de primer nivel y llevaban insistiendo semanas en que sería una cumbre ambiciosa y exitosa. Ha celebrado un "cambio de paradigma que tiene el potencial de redefinir nuestras economías" y cree que "pasará la prueba del tiempo". Se ha dirigido a los presentes para decirles: "Las futuras generaciones no sabrán vuestro nombre, pero os deberán su gratitud".
Uno de los actores que más satisfechos salen con el resultado de la cumbre es Europa. La ministra de Transición Ecológica española, Teresa Ribera, voz de la UE en estas negociaciones, ha considerado en su intervención en el plenario que el texto es un "paso adelante muy importante" tras tres décadas de cumbres en las que nunca había aparecido una mención a los combustibles fósiles. Aunque ha considerado que hay que "hacer más", ha señalado que se manda un "mensaje claro y fuerte" no solo sobre los hidrocarburos, sino también en materia de justicia climática. "Entramos en una nueva fase" en una década crítica, ha asegurado, visiblemente emocionada.
"La humanidad finalmente ha logrado lo que tenía que haber hecho hace tiempo", comentó por su parte el comisario de Acción Climática de la UE, Wopke Hoekstra, el otro representante de los Veintisiete -que negocian aquí como un solo país-. También ha reivindicado que se trata también de una "decisión histórica" que marca "el principio del fin de los combustibles fósiles".
Por su parte, el enviado especial de Estados Unidos, John Kerry, ha valorado el acuerdo como "una razón para el optimismo" en un mundo en conflicto. Resaltó que es la primera vez que se pide avanzar hacia el fin de los combustibles fósiles, y aunque ha reconocido que a muchos les hubiera gustado "un lenguaje más claro" en este sentido, el texto final es un "compromiso".
Había mucha atención también respectó a la postura Arabia Saudita, el país que más claramente se oponía a que el texto pidiera el fin de los combustibles fósiles. Su portavoz en el plenario ha considerado un "gran éxito" la cumbre de Dubái y ha insistido en la visión mantenida en todas las negociaciones: plantear "enfoques distintos para resolver las emisiones", "reducir las emisiones independientemente de la fuente" -es decir, sin insistir en los combustibles fósiles- y "usar todas las tecnologías para ello", como la polémica captura de carbono.
Calendario de reducción de emisiones
El texto final plantea un calendario de reducción de emisiones con cifras concretas y fechas, tal y como reclamaba la Unión Europea. Las emisiones globales deberán reducirse un "43% para 2030 y un 60% para 2035 respecto a los niveles de 2019", especifica el texto.
El párrafo 28, centro de la polémica, va más allá del contenido del último borrador, presentado el lunes, y "llama" a las partes a contribuir a una reducción de emisiones profunda, rápida y sostenida", aplicando el Acuerdo de París, aunque reconoce "diferentes circunstancias nacionales, sendas y aproximaciones".
Ahí es donde se incluye la petición de "llevar a cabo una transición encaminada a abandonar los combustibles fósiles en los sistemas energéticos" de una manera "justa, ordenada y equitativa" y "acelerando la acción en esta década crítica". En el borrador anterior, solo se pedía la "reducción" de su uso, y el lenguaje que instaba a los negociadores era más débil.
Fuente: www.rtve.es