Martes 25 de enero de 2022.- Una grave denuncia contra la Fundición Hernán Videla Lira, ubicada en Paipote, por superar casi seis veces la norma de dióxido de azufre (SO2) el 23 de mayo pasado e informar valores menores a las autoridades, realizó el entonces superintendente de operaciones de la planta de Empresa Nacional de Minería (Enami), Carlos Fernández.
En un extenso reportaje publicado por Ciper Chile, el profesional indicó que a las 9 de la mañana de la fecha mencionada, las emisiones de SO2 en la planta emplazada en la región de Atacama alcanzaron un promedio horario de 2.027,8 microgramos por metro cúbico (µg/m³), mientras que el límite normativo es de 350 µg/m³. El peak incluso llegó a los 5.442 µg/m³ poco antes de las 10:00, llegando a niveles de contaminación más críticos que los registrados durante las intoxicaciones masivas de los habitantes de Quintero y Puchuncaví causadas por las emisiones de la fundición Ventanas, de Codelco, en 2011 y 2018.
El artículo indica, además, que Fernández presentó documentos que muestran que los datos enviados por la empresa a las entidades fiscalizadoras de Salud y Medio Ambiente fueron más bajos que los registros internos que entregó el sistema de monitoreo. En ese momento, el funcionario de Enami cuestionó esta anomalía y días después fue despedido, señala el artículo, donde también se consigna que la empresa justificó la alteración de los datos por la supuesta existencia de registros preliminares que luego fueron revisados y reemplazados por los que realmente correspondían. Esta posibilidad fue desestimada por el denunciante porque, según afirmó, la compañía cuenta con solo un sistema que registra minuto a minuto las emisiones y no existe ninguna otra fuente de datos con los que esa información se pueda corregir o cotejar.
La publicación consigna, asimismo, que la fundición Hernán Videla Lira ha sobrepasado 63 veces el límite de emisión horario que establece la norma primaria de SO2, desde su entrada en vigencia en 2019, sin que esto signifique incumplir una regulación que es muy laxa ya que permite superar los 350 µg/m³ hasta 131 veces en un año. De igual manera, recuerda los impactos que la exposición a este contaminante puede generar en las personas, que van desde irritación y nauseas hasta intoxicaciones, problemas respiratorios serios y permanentes e incluso efectos cancerígenos en el largo plazo.