Viernes 9 de julio de 2021.- Ante el déficit hídrico que amenaza las fuentes de riego en la producción agrícola, el Ministerio de Agricultura (Minagri) se encuentra explorando alternativas para ampliar la matriz de recursos hídricos, contexto en el que la desalación de agua de mar surge como una opción viable.
Para analizar sus ventajas, se realizó el seminario “Desalación: la agricultura mirando al mar”, evento desarrollado en formato online bajo la organización de la Comisión Nacional de Riego (CNR), la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y la Fundación de Comunicaciones, Capacitación y Cultura del Agro (FUCOA), todos ellos, servicios del Minagri.
En el encuentro participaron los ministros de Agricultura y de Energía y Minería, María Emilia Undurraga y Juan Carlos Jobet, respectivamente, además de expertos nacionales e internacionales, y representantes de gremios y productores agrícolas, quienes abordaron las ventajas y desafíos de la utilización del agua desalinizada en el sector agrícola,
La ministra Undurraga destacó que la búsqueda de nuevas fuentes de agua hoy es fundamental para el sector agrícola. “Una opción para nuestro país en esta materia, con más de 6 mil kilómetros de costa, es la desalación de agua de mar, así como otras medidas como la recuperación y el reúso de las aguas servidas”, señaló.
En esa línea, añadió que este tipo de soluciones se ha implementado por el momento para el abastecimiento de agua potable y de la minería en la zona norte del territorio nacional: “Por ejemplo, con agua desalada se abastece al 85% de la población de Antofagasta y al 100% de la de Mejillones”. No obstante, precisó que debido principalmente a sus altos costos la desalinización no se ha materializado para la agricultura, “pero creemos que en un mediano plazo podría ser una alternativa”.
Por su parte, el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, recordó que la industria minera en Chile consume el 3% del agua a nivel nacional y que está avanzando aceleradamente para reemplazar el recurso hídrico que hoy ocupa, por agua desalada. “Ya hay 15 plantas desaladoras operando en el sector minero y vamos a llegar a 26 en el año 2030, lo que permitirá liberar agua fresca para otros usos, como las comunidades y la agricultura”, enfatizó el secretario de Estado.
Una parte importante del costo de la impulsión del agua desde las plantas desaladoras en el mar hasta las plantas mineras —indicó— corresponde a energía eléctrica. Sin embargo, precisó que cuando ese costo de la electricidad comience a bajar, se hará más accesible el agua desalinizada para las faenas mineras.
“La minería está construyendo plantas desaladoras de una escala muy grande, y las economías de escala en la desalación de agua son muy importantes. Por eso, en la medida que podamos encontrar usos combinados entre la minería, la agricultura y el consumo humano, podremos abaratar los costos coordinando los esfuerzos de los distintos sectores”.
Condiciones favorables
Por otro lado, el secretario ejecutivo de la CNR, Federico Errázuriz, advirtió sobre lo delicada de la situación hídrica actual del país, argumentando que es muy importante tomar cartas en el asunto como una política de Estado. “Si partimos de la información más reciente, el último balance hídrico que realizó el MOP con la Dirección Meteorológica de Chile señala que al mes de junio en la zona Centro Norte tenemos un déficit que llega al 90% en zonas como Atacama y Coquimbo. Y entre Valparaíso y O'Higgins tenemos un déficit cercano al 65%, sin contar que son 12 años con un efecto acumulativo de sequía; además, según los pronósticos de cambio climático al año 2050 o 2060, el actual escenario no se va a revertir”, señaló.
De igual modo, Álvaro Eyzaguirre, director ejecutivo de FIA, comentó que frente a este escenario es fundamental que Chile explore cómo acceder a nuevas fuentes de agua para asegurar el suministro para el consumo humano y actividades productivas. “La desalación del agua de mar es una interesante alternativa que se presenta para hacer frente a la sequía, especialmente en el sector del agro, sin perjuicio de otras acciones”, explicó, añadiendo que nuestro país tiene condiciones inmejorables para ampliar el uso de esta tecnología, partiendo por una amplia costa, una geografía angosta que facilita el bombeo del agua hacia todos los rincones y cielos limpios que permiten operar en gran medida con energía solar.