Miércoles 26 de enero de 2022.- Con poblaciones que en conjunto suman casi 200.000 habitantes, Copiapó y Tierra Amarilla comparten mucho más que su ubicación en el desierto de Atacama y su tradición minera.
Tanto la capital de la región de Atacama (175.000 hab.) como la localidad situada a 15 km y con la cual forma una conurbación (12.000 hab.), tienen en común el problema de la contaminación atmosférica.
Sin embargo, el escenario está próximo a cambiar de manera favorable. Esto, gracias a que, tras la publicación en el Diario Oficial de la resolución exenta respectiva, se inició el proceso para la elaboración del anteproyecto del Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) por material particulado grueso (MP10) como concentración de 24 horas y anual, a la zona de Copiapó y Tierra Amarilla.
Cabe recordar que, durante el segundo semestre de 2021, el territorio comprendido por ambos municipios fue declarado zona saturada por MP10. Al respecto, el Seremi del Medio Ambiente de Atacama, David Olivares, comentó que esta medida permitió “iniciar el proceso de elaboración del respectivo Plan de Descontaminación Atmosférica, en su primera etapa, anteproyecto, el que contemplará las medidas necesarias para cumplir con las normas de calidad del aire respecto de este contaminante en un plazo determinado; los responsables de su cumplimiento y la reducción de emisiones necesarias para lograr de metas, y la estimación costos y beneficios”.
La resolución, que fue publicada en el Diario Oficial el 21 de enero, fija un plazo de 60 días hábiles para que personas naturales o jurídicas puedan participar a través de la presentación de antecedentes técnicos, científicos, sociales y económicos vinculados al desarrollo del PDA.
La primera etapa consiste en la elaboración del anteproyecto y corresponde al Ministerio del Medio Ambiente. Esta cartera, en coordinación con los servicios del Estado con competencia ambiental, tendrá un plazo de un año para su diseño.
Una vez publicado el texto en el Diario Oficial, se abrirá un período de 60 días hábiles, en el que se lo someterá a consulta pública. En esta instancia se podrán realizar observaciones con antecedentes fundados, para luego elaborar el proyecto definitivo del Plan de Descontaminación.