Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Producir biogás: una opción para valorizar los residuos orgánicos y mitigar el cambio climático

Producir biogás: una opción para valorizar los residuos orgánicos y mitigar el cambio climático

La tecnología de digestión anaerobia, ya probada en países como Alemania y Suecia, abre la oportunidad de transformar estos desechos en energía y evitar la generación de gases de efecto invernadero.



Jueves 24 de octubre de 2024.- Según antecedentes del Ministerio del Medio Ambiente, en Chile los residuos orgánicos representan el 58% de la basura domiciliaria y apenas el 1% se logra valorizar. Esto implica que la gran mayoría va a dar a sitios de disposición final, donde su acumulación y descomposición genera metano, poderoso gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático.
Una alternativa que podría ayudar a enfrentar mejor esta problemática es la producción de biogás a través de la digestión anaerobia, tecnología que convierte los desechos orgánicos en energía limpia y ha sido probada con éxito en países como Alemania y Suecia.

Estas plantas de valorización de residuos orgánicos funcionan en base a microorganismos que descomponen la materia orgánica en ausencia de oxígeno. El resultado es biogás, una mezcla rica en metano que puede ser utilizada para generar electricidad, calor o transformarse en biometano, un gas natural renovable que puede ser inyectado a las redes de gas. Además, el proceso transforma los residuos en un producto conocido como digestato, el cual es un bioabono que puede ser utilizado para fertilizar suelos agrícolas, forestales y mejoramiento de suelos degradados.

Quienes promueven estas soluciones, presentan las instalaciones de biogás como una alternativa para gestionar de mejor manera la basura orgánica que va a dar a los rellenos sanitarios y sitios de disposición final, muchos de los cuales son fuentes significativas de emisiones de metano no controladas, problemas ambientales y malos olores. En lugar de eso, estas plantas capturan y utilizan el metano producido durante la biodegradación de los residuos orgánicos, evitando su liberación al medio ambiente. Además, ocupan menos espacio y el proceso es realizado en procesos cerrados, controlados y con sistemas que evitan la emanación de olores, lo que reduce el impacto sobre comunidades cercanas en comparación con otras soluciones.

Matías Errázuriz, CEO de Genera4, empresa que construye y gestiona plantas de biogás, destaca que "las plantas de biogás no solo ayudan a reducir las emisiones, sino que también transforman un problema ambiental, como los residuos orgánicos, en una oportunidad económica y energética. Es una tecnología que puede coexistir sin problemas con las comunidades, ya que nuestras plantas operan con sistemas herméticos que no generan olores y tienen normas de seguridad muy estrictas".

Solución probada

El éxito del biogás ha sido demostrado en países como Alemania, que cuenta con más de 10.000 de estas plantas que generan una capacidad instalada de casi 5 GW de electricidad, suficiente para abastecer a millones de hogares. Asimismo, en Suecia, el biogás juega un rol crucial en la sustitución de combustibles fósiles, donde se logró reemplazar hasta el 50% del gas natural domiciliario y de transporte utilizado en el país por biometano.

A la fecha, la Asociación Internacional de Biogás (WBA) estima que en el planeta existen unas 132 mil plantas de este tipo. Sin embargo, si la cifra llega al millón para 2030, según los compromisos de la Unión Europea y el ritmo de crecimiento de otros países, se estima que este tipo de reutilización de residuos orgánicos podría reducir un 12% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

"Una sola planta de biogás de mediana escala podría producir suficiente energía para abastecer a más de 5.000 hogares, mientras que el biometano producido puede ser una fuente de gas natural renovable", sostiene Errázuriz. Y concluye: "Chile tiene el potencial de replicar el éxito de Alemania y Suecia, y avanzar hacia una matriz energética más verde con el biogás como protagonista. Estamos en un punto clave para acelerar la transición hacia el uso de biogás como herramienta para reducir la dependencia de rellenos sanitarios, y al mismo tiempo, contribuir al cumplimiento de los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero".