Jueves 23 de diciembre de 2021.- La quema de rastrojos y residuos de las cosechas son prácticas tradicionales en las zonas rurales de nuestro país. Los agricultores la prefieren por su bajo costo y efectividad en la eliminación de lo que consideran basura de sus campos.
Tal manejo, sin embargo, produce un gran daño en el suelo que será nuevamente cultivado, eliminando los microorganismos encargados de la descomposición de la materia orgánica, aireación del suelo y liberación de nutrientes disponibles para las plantas. Junto con eso, contribuye a la contaminación ambiental que genera la liberación de monóxido de carbono, compuestos nitrogenados, hidrocarburos y material particulado fino.
Las altas temperaturas del verano y algunas condiciones climáticas, favorecen además el descontrol de los incendios forestales y agrícolas, generando pérdidas económicas en zonas con alto potencial para generar adaptación al cambio climático. Lo anterior debido a que estudios indican que los nutrientes naturales de los suelos permiten mantener la humedad, frenando los daños de la crisis climática.
Preocupados por esta situación, profesionales del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) La Platina, con el apoyo del Fondo de Innovación para la competitividad Regional, trabajaron durante el 2021 en la transferencia de prácticas alternativas al uso del fuego como la Incorporación de los rastrojos, elaboración de compostaje y cubierta de suelo tipo Mulch, experiencia que hoy, en período de quemas agrícolas, está dando sus frutos.
Los agricultores que participaron en las capacitaciones de este programa piloto en las comunas de Melipilla, San Pedro y Curacaví descubrieron que es posible incrementar la retención de humedad, evitar la acción directa del sol, viento e impactos de las gotas de lluvia sobre el suelo, retardar la germinación de malezas y disminuir la temperatura superficial durante el verano. Aprendizajes necesarios para la nueva agricultura con un recurso hídrico disminuido.
Para acompañar este proceso, se entregaron también herramientas y maquinaria para uso comunitario que permitirá la continuidad de estas soluciones en localidades rurales de la Región Metropolitana.
"Creemos que el principal conocimiento que pudimos transferir es darles a conocer la importancia que tienen estos residuos agrícolas, en cuanto a su valor como materia orgánica para devolverle al suelo la nutrición y los microorganismos para hacerlo más fértil para los cultivos. Ellos ya no ven el residuo como una basura, sino como un producto al cual pueden darle valor, generando un proceso de economía circular dentro de los predios", destaca Fabiola Sepúlveda, coordinadora del proyecto y extensionista de INIA La Platina
Cabe indicar que a partir del 2026 se prohibirá el uso del fuego en la agricultura de la Región Metropolitana, por lo que las alternativas mencionadas permitirán que los productores estén listos para dejar las antiguas prácticas desde el momento que se haga efectiva la prohibición de manera definitiva vía ley.