Lunes 3 de mayo de 2021.- A diario, son siete millones de personas en el Gran Santiago que descargan más de 1.300 millones de litros de aguas servidas al alcantarillado, las que son trasladadas hasta las biofactorías de Aguas Andinas. En total, la red de recolección cuenta con una extensión de 11 mil kilómetros, lo que equivale a la distancia entre Santiago y Madrid.
Con el propósito de evitar que las aguas servidas encuentren obstáculos en su camino y terminen en la vía pública, con las molestias y riesgos sanitarios que ello implica, la empresa retira anualmente más de 2 mil toneladas de residuos —peso equivalente a alrededor de 100 buses del sistema de transporte público de Santiago— desde la red de alcantarillado de la capital como parte de su plan de mantenimiento preventivo. Así, el programa evita incidentes —obstrucciones y rebases— en la red y permite hacer frente a la temporada invernal.
Las obstrucciones son provocadas por elementos extraños y ajenos a las aguas residuales, que los usuarios arrojan al interior del alcantarillado. En efecto, durante las revisiones llevadas a cabo se han encontrado camas, colchones, puertas, neumáticos y hasta tablas de planchar, entre otros artículos.
Según explica Franco Nicoletti, Gerente de Distribución y Recolección de Aguas Andinas, los objetos más comunes son palos, papeles, toallas, trapos y juguetes. Sin embargo, añade ejecutivo, “también encontramos residuos industriales tales como cemento, madera, pinturas y de animales. Adicionalmente, se suman los desechos que se arrojan desde los hogares como aceites, grasas, pañales y gran cantidad de toallitas húmedas”.
Por eso, la empresa ejecuta un plan de mantenimiento de alcantarillado y, adicionalmente, otro reforzado ad portas del invierno. “Para esto, se hace una programación del mantenimiento, utilizando la información histórica del comportamiento de la red, acompañada de inspecciones televisivas con equipos robotizados que nos muestran en tiempo real el estado de la infraestructura, con el objetivo de determinar los puntos prioritarios a trabajar”, explicó Nicoletti.
Este procedimiento se efectúa con camiones de última generación que mediante agua a alta presión arrastra los residuos hacia una cámara, desde donde se succionan para ser posteriormente trasladados hasta un relleno sanitario autorizado.
Recomendaciones
En esa línea, desde la compañía recalcan la importancia del cuidado de la red del alcantarillado y entregan una serie de recomendaciones:
- No arrojar mascarillas, guantes, toallitas húmedas o higiénicas al inodoro. Tampoco, restos de alimentos por los ductos de lavaplatos.
- Ante episodios de precipitaciones, no levantar las tapas de alcantarillado para evacuar las aguas lluvia. Esto no solo incrementa el volumen de agua y el riesgo de que las aguas servidas salgan a la vía pública, sino que además representa peligro de accidentes para autos y peatones.
- No arrojar basura o escombros en el alcantarillado, ni echar las hojas que se barren a los sumideros en la vía pública, ya que se producen obstrucciones que a la larga provocan rebases.
- No conectar las descargas de aguas lluvias de techumbres y patios a los sistemas domiciliarios de alcantarillado, ya que aumenta el volumen de agua a niveles para los cuales la red no está diseñada.
- Evitar poner objetos pesados sobre la tapa de la cámara de alcantarillado. Si la tapa se rompe, los escombros pueden tapar los ductos. También, mantener la cámara bien cerrada evita que caigan desperdicios a la red y reduce el riesgo de rebases de agua servida.
Ante cualquier emergencia, los usuarios pueden comunicarse con la compañía a través de su Contact Center (+56 2 2731 2400 desde red fija, *8000 desde celulares) o a través de sus canales en Twitter, Facebook e Instagram.