Miércoles 16 de octubre de 2024.- Un inédito compromiso para la conservación de los hongos impulsarán Chile y Reino Unido en la próxima Conferencia de las Partes sobre Biodiversidad, COP16, que se desarrollará entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre en Cali, Colombia. Esta iniciativa surgió de la colaboración entre ambos países y la Fundación Fungi, con el fin de posicionar a dichas especies como un reino biológico independiente en la legislación y políticas de los distintos países, y que tenga prioridad dentro de los acuerdos multilaterales de biodiversidad.
Pese a ser esenciales para el funcionamiento de los ecosistemas, históricamente los hongos han sido ignorados o subrepresentados en los acuerdos internacionales sobre biodiversidad. Sus roles son fundamentales: forman asociaciones simbióticas con las plantas sin las cuales las plantas no pueden vivir en ambientes terrestres, descomponen la materia orgánica formando el suelo, secuestran carbono, ayudan a filtrar el agua y contribuyen en la biorremediación, entre otros. Son también cruciales para la industria farmacéutica, alimentaria y agrícola, además de ofrecer nuevas oportunidades económicas basadas en tecnologías derivadas de este grupo biológico.
En ese marco, la ministra del Medio Ambiente de Chile, Maisa Rojas, expone: "El propósito de este acuerdo es claro: integrar a los hongos dentro de las estrategias y marcos globales de conservación, destacando el rol clave que cumplen en la lucha contra el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la promoción de un desarrollo económico sostenible".
Por su parte, Gideon Henderson, jefe de los asesores científicos del Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales de Reino Unido, destaca que "los hongos constituyen una pieza crítica del funcionamiento de los ecosistemas, proporcionando elementos clave como el reciclaje de nutrientes y el almacenamiento de carbono. Sin embargo, a menudo son pasados por alto cuando se trata de proteger la vida en la tierra y en el océano. Por eso, el Reino Unido se complace en co-lanzar la iniciativa de los hongos en la COP16, para que no perdamos de vista a estos importantes organismos. El Real Jardín Botánico de Kew, en el Reino Unido, tiene lo que se considera como el fungario más grande del mundo, con alrededor de 1.25 millones de especímenes. Están embarcándose en una iniciativa innovadora para secuenciar los genomas de miles de éstos, lo que permitirá a los científicos entender el panorama de la diversidad fúngica y desbloquear su potencial para la medicina, la agricultura y la restauración ambiental. Se conocen alrededor de 160.000 especies de hongos, pero esto es solo una pequeña fracción de las 2.5 millones de especies que se estima existen".
El compromiso que Chile y Reino Unido presentarán en la COP16 apunta no sólo a reconocer la relevancia ecológica del reino fungi, sino también a asegurar su protección mediante políticas concretas que abarcan desde el nivel local hasta el global. En el centro de esta iniciativa se encuentra la necesidad de crear un marco normativo que facilite la inclusión de los hongos en los sistemas de monitoreo y protección de la biodiversidad, con el fin de alcanzar objetivos más amplios establecidos en el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, adoptado en 2022.
"El lanzamiento conjunto de este Compromiso entre países denominados actualmente como parte del Sur Global y del Norte Global es la acción más significativa para la conservación del reino fungi. Acelerará la plena incorporación de los hongos, que no son ni plantas ni animales, a los tratados y marcos ambientales nacionales e internacionales, a las iniciativas locales de conservación y medio ambiente, y a las leyes y políticas agrícolas. Esto favorece una visión esperanzadora para la conservación y la protección de la naturaleza. Esta acción también proporciona una base firme para que los países puedan consolidar la micología como una ciencia crucial y asignar los fondos necesarios para expandir la investigación micológica", plantea Giuliana Furci, chileno-británica directora ejecutiva de Fundación Fungi.
El "Compromiso de Conservación de Hongos" busca que los países miembros del Convenio de Diversidad Biológica se comprometan a priorizar la preservación de estas especies en los marcos multilaterales ambientales e incluyan medidas concretas en sus Estrategias Nacionales de Biodiversidad y Planes de Acción.
Chile ha sido pionero en esta materia, por cuanto los hongos forman parte de la legislación ambiental y de las Evaluaciones de Impacto Ambiental desde 2010 y 2013, respectivamente. El país alberga una gran diversidad de estos organismos, con más de 5.000 conocidas, muchas de las cuales son nativas y algunas amenazadas. En un contexto de triple crisis ambiental, la presencia de hongos en ecosistemas como el bosque valdiviano es clave para el secuestro de carbono, un proceso esencial en la lucha contra el cambio climático, y a su vez también lo es para las economías locales, por ejemplo, en la recolección de Ramaria flava, conocida comúnmente como "changle", especie comestible originaria de la zona centro-sur de Chile y utilizada en la gastronomía Mapuche.
Reino Unido, por su parte, es uno de los principales promotores de la conservación de los hongos a nivel europeo y ahora, junto a Chile, liderará este esfuerzo a escala global.