Lunes 24 de enero de 2022.- En la actualidad, el mayor problema en torno a las energías renovables –como la solar fotovoltaica y la eólica– es la intermitencia inherente a la disponibilidad del sol o del viento, que impide una producción continua de electricidad. En este contexto, los sistemas de almacenamiento de energía han cobrado una especial relevancia para el sector eléctrico y el país, debido a su potencial para disponer de energías limpias a cualquier hora del día y garantizar su confiabilidad e integración a la red.
Con el fin de proveer una solución simple, limpia y rentable a este problema, un equipo conformado por el investigador del Centro Científico Tecnológico de Valparaíso (CCTVal), Dr. Christian Romero, e ingenieros de la Universidad Técnica Federico Santa María, desarrollaron CHEX SPA (Compressed, Hydro Energy Storage, por sus siglas en inglés), un sistema de almacenamiento de energía en base a aire y agua que promete revolucionar el mercado de las energías renovables en el país.
"Estamos sumamente contentos con la concesión de la patente a CHEX SPA, hoy transformado en spin-off, porque nos da la libertad para operar, valida la tecnología y la sitúa como una solución innovadora y con potencial para ser explotada a nivel industrial", indica el científico.
Así funciona
CHEX es un método de almacenamiento de energía, inspirado en la idea de una represa virtual. Funciona a través de aire comprimido que se guarda como energía en un tanque, el cual es liberado a través de un sistema de cañerías gracias a un panel de control. El aire a presión entra en otro tanque de agua, simulando el efecto de una jeringa, moviendo de esta manera una turbina hidráulica que genera electricidad.
"Este proceso es cíclico y utiliza una cantidad constante de agua. El largo de cada ciclo y la cantidad de energía que se puede producir depende del tamaño de cada tanque y del flujo de agua que pasa por la turbina. Esto permite distintos tipos de aplicaciones, residenciales o industriales, ya sea para grandes instalaciones de plantas fotovoltaicas, por ejemplo, o molinos de viento, o incluso dispositivos pequeños como cámaras o sistemas de iluminación", explica el Dr. Romero, inventor principal de esta tecnología.
Es así como CHEX puede almacenar cualquier tipo de energía al igual que una batería, pero de una forma sustentable, ya que para operar requiere poca agua y no usa químicos dañinos para el medio ambiente.
Próximos pasos
Las expectativas respecto a esta tecnología son altas, dada la magnitud del mercado energético y su constante crecimiento en diversos sectores. Además, al utilizar los dos elementos más abundantes del planeta, como el agua y el aire, para almacenar y recuperar altas cantidades de energía de una manera eficiente, fácilmente escalable y a bajo costo, se puede instalar como un sistema complementario al uso de energías renovables siendo altamente competitivo.
"Estos 5 años han sido un largo ejercicio de perseverancia. Lo que se viene ahora es construir el primer prototipo de CHEX a escala industrial, para lo cual estamos buscando capital e inversionistas que confíen en nuestra idea", comenta el investigador.
Hace solo algunas semanas CHEX SPA logró ser patentado por el Instituto Nacional de Propiedad industrial (INAPI). Además, esta tecnología se encuentra en proceso de patente en países como Australia, Estados Unidos, Marruecos y también en Europa.
"Hoy, solo el 25% de la generación de electricidad en Chile proviene de fuentes renovables no convencionales, por lo que con este proyecto esperamos contribuir al crecimiento de este porcentaje, acelerar el proceso de descarbonización y que se posicione como el mayor aporte en ingeniería para el país en cuanto a sistemas de almacenamiento de energía", sostiene el Dr. Romero.
Actualmente, existen conversaciones con productores de O2 para determinar cómo incorporar este sistema a las plantas de Chile. Esto sería el primer piloto industrial de CHEX en condiciones reales.
Para más información sobre esta tecnología, visite la página: www.chexenergy.com