Combustibles alternativos: una solución de economía circular ante la mayor demanda energética

Viernes 14 de julio de 2023.- La economía circular se posiciona a pasos cada vez más agigantados como un modelo de producción y consumo que busca reducir al mínimo la generación de residuos y, con ello, fomentar la reutilización y reciclaje de materiales.

Respondiendo a esta tendencia, los combustibles alternativos líquidos (CAL) y sólidos (CAS), generados a partir de la valorización de residuos industriales, se presentan como soluciones energéticas económicas y sustentables que parecen ir al alza.

Y es que no se trata de un asunto baladí tomando en cuenta el acelerado aumento del consumo energético registrado durante los últimos años, tanto en Chile como a nivel mundial. Esta situación ha relevado la importancia de contar con nuevas fuentes de generación para los procesos productivos, aunque con un foco basado en la sostenibilidad y precisamente en la economía circular.

En esta línea, la empresa Hidronor destaca por procesar residuos con alto poder calorífico para producir combustibles alternativos líquidos (CAL). Para eso, la compañía reutiliza y recicla los residuos líquidos desechados por la industria y que poseen cierto grado de poder calorífico (como aceites lubricantes, solventes o pinturas).

Al respecto, Daniela Mancilla, Ingeniera de Negocios del área Centro de Hidronor, explica que Chile genera aproximadamente 200 mil toneladas anuales de estos residuos industriales líquidos con poder calorífico, lo que constituye una buena fuente de materia prima para la producción de estos CAL. "En Hidronor los generamos a través del tratamiento y coprocesamiento de residuos, para destinarlos finalmente a empresas cementeras que utilizan este combustible alternativo en sus hornos como reemplazo de combustibles fósiles", destaca la especialista.

Uno de los proyectos más ambiciosos de la firma –que se encuentra en su etapa final de desarrollo– es la producción de CAS en base a residuos sólidos con poder calorífico, como papeles, residuos textiles contaminados o filtros de aceite, entre otros. En este caso, el proceso consiste en triturar dichos residuos hasta un tamaño específico solicitado por el consumidor final (empresas cementeras), que luego los utiliza para la quema en hornos como combustible alternativo, disminuyendo así la huella de carbono y las emisiones contaminantes al medio ambiente.

Tendencia al alza

Daniela Mancilla sostiene que la valorización energética de residuos (coprocesamiento) para el desarrollo de estos combustibles alternativos parece ser una tendencia que va al alza, en aras de impulsar una gestión más sostenible en los procesos productivos.

En este sentido, la especialista de Hidronor plantea que a través de la implementación de diversas leyes ambientales creadas en Chile en el último tiempo –como la Ley sobre Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP)–, las empresas del sector cementero han establecido metas relacionadas con las tasas de reemplazo de combustibles fósiles. "Estas compañías prevén alcanzar hasta un 40% de tasa de reemplazo para el año 2025, lo que se traduce en que claramente la producción y consumo de estos combustibles alternativos aumentará progresivamente durante los próximos años", concluye.