Jueves 2 de mayo de 2024.- Una interesante iniciativa que busca contribuir al desarrollo sostenible de la actividad agrícola está ejecutando el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA) La Cruz en la región de Valparaíso. Se trata de un programa que promueve el uso de sistemas de riego presurizado alimentados con paneles fotovoltaicos, tecnologías con las que se pretende aumentar la eficiencia hídrica y energética de pequeños productores de las comunas de Petorca y Cabildo.
El proyecto favorecerá a 79 agricultores cuya superficie varía entre 1 y 5 hectáreas de cultivo, dedicados principalmente a la producción hortícola, paltos, cítricos y crianza de caprinos. Y su implementación significará una reducción estimada en 20% del consumo de agua permitiendo además una distribución uniforme del recurso hídrico y aumentar la superficie de cultivo. Asimismo, la reducción en el consumo energético asociado al bombeo eléctrico para riego podría llegar a un 100%.
"Las provincias de Petorca y Cabildo son un ejemplo de potencial solar y del impulso al uso de energías renovables. Es un proyecto que pone en la centralidad el cuidado del medio ambiente, pero también coloca en la centralidad a los pequeños productores", destacó el Gobernador Regional, Rodrigo Mundaca, durante el lanzamiento de esta iniciativa que es financiada por el organismo que dirige.
A su vez, el Subdirector Nacional de Investigación y Desarrollo del INIA, Christian Alfaro, resaltó que esta iniciativa plantea una solución concreta a los problemas de escasez hídrica en un contexto de cambio climático. Al respecto, añadió que un eje central en la estrategia de este programa es "el mejor uso de los recursos hídricos, pero también la reducción de la huella del agua e indirectamente la huella química por la emisión de gases de efecto invernadero".
Proyecto en marcha
El Dr. Carlos Zúñiga, director del proyecto, indicó que "los valles de Petorca y Cabildo son una de las zonas con mayor número de horas de sol al año, lo que además coincide mayoritariamente con las épocas de mayor necesidad de riego".
En ese contexto, la utilización de energías renovables no convencionales como la fotovoltaica para extraer y distribuir el agua en superficie resulta especialmente atractiva en estas zonas.
De los 79 proyectos contemplados, 39 corresponden a la construcción de un sistema de riego presurizado más la instalación de un equipo fotovoltaico para su alimentación energética. Las otras 40 unidades corresponden a un equipo fotovoltaico acoplado a un sistema de riego presurizado ya existente.
De todo ese conjunto, ya están operativos 17 sistemas de riego presurizado alimentados por energía solar. Berta Soza, una de las beneficiarias del sector Las Puertas comentó: "Estamos felices con este proyecto porque económicamente nos va a ayudar mucho. Va a ser menos contaminante tanto para la fruta, verdura o lo que se vaya a plantar. Son energías limpias, sustentables, lo que es una maravilla porque es lo que se está imponiendo hoy en cuanto a las plantaciones en la agricultura".
En su mayoría, los productores cuentan con una fuente de agua para desarrollar un cultivo a escala pequeña. Pero, algunos no disponen de conexión eléctrica o bien no cuentan con la potencia instalada suficiente para el funcionamiento de una electrobomba para la extracción de agua.
Algunos se encuentran ubicados lejos de la red de distribución eléctrica, por lo que no son capaces de solventar el elevado gasto económico que implica la operación de bombas eléctricas para el riego, sumado al alto requerimiento energético. Por este motivo, los agricultores de estas zonas optan por sistemas de riego que poseen baja eficiencia hídrica. "En estas comunas el recurso hídrico es escaso y los productores realizan esfuerzos para conseguir agua desde pozos profundos, compran agua para riego o almacenan en infraestructura destinada a ese fin", aseguró el Dr. Zúñiga.
Para el desarrollo de los proyectos, se evaluaron las necesidades hídricas de cada predio en función de la disponibilidad de agua, el estado de sus tranques acumuladores y la profundidad de sus pozos con el propósito de buscar la mejor solución. Por este motivo cada agricultor recibe un manejo diferente del sistema buscando las mejores condiciones técnico-productivas para el aprovechamiento de la infraestructura.
Una vez completada la instalación, se llevará a cabo la transferencia de competencias para el uso eficiente de estos equipos a los pequeños productores acompañados de instancias de capacitación.