Martes 5 de noviembre de 2024.- Un bosque nativo de boldos, praderas, senderos, un humedal, canales, estanques, zonas de recreación y más conforman el parque urbano Isla Cautín en Temuco, el único parque latinoamericano nominado al Premio Mies Crown Hall de las Américas (MCHAP) por ser un referente de infraestructura verde en el país y la región.
Este concepto se entiende como una red de áreas verdes, zonas naturales y seminaturales, junto con otros elementos ambientales dentro del ecosistema urbano, diseñados de manera planificada y gestionados para proveer servicios ecosistémicos en el territorio, como la purificación del aire, la mitigación de temperaturas extremas e inundaciones, la conservación de la biodiversidad y la creación de espacios de ocio, entre otros, según explica Ricardo Truffello, académico del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, director del Observatorio de Ciudades e Investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus).
Agrega que "uno de los principales requisitos de esta lógica, a diferencia de las áreas verdes tradicionales como plazas o parques, es que sea una red efectivamente conectada, y para ello debe ser planificada".
En Chile, este tipo de iniciativas se han desarrollado poco a poco. En junio de 2024, los ministerios de Vivienda y Urbanismo y Medio Ambiente, junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), firmaron un acuerdo para gestionar la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde, que busca integrar soluciones basadas en la naturaleza en áreas urbanas y periurbanas.
Este proyecto debería comenzar a implementarse en noviembre de 2025, lo que se espera tenga un impacto positivo en el desarrollo del país. Actualmente, solo el 15,4% de las comunas alcanza el estándar de 10 m² de áreas verdes por habitante, mientras que el 50% está por debajo de los 5 m². Vitacura lidera con 18,67 m², en contraste con Valparaíso, que se encuentra en último lugar con 1,25 m², según un estudio del Sistema de Indicadores y Estándares de Desarrollo Urbano (SIEDU) de 2018.
"Las iniciativas de áreas verdes urbanas recaen en gran medida en las posibilidades que cada municipio tiene de implementarlas y financiar su mantenimiento. La disparidad del manejo presupuestario ahí es un desafío. Hay que entender que los proyectos de infraestructura verde no son solamente áreas verdes; también interpela y convoca a otras dimensiones de gestión al nivel urbano y territorial como ministerios, gobernaciones regionales, etc.", comenta Osvaldo Moreno, docente y subdirector académico de la Escuela de Arquitectura y director del Laboratorio de Paisajes e Infraestructuras Verdes (LABPAI UC).
El académico destaca dos proyectos desarrollados por él en conjunto con LABPAI UC y su oficina profesional: el Plan de Infraestructura Verde Urbana de Llanquihue, iniciativa de investigación que propone el concepto de "activación del paisaje", que busca habilitar, equipar y otorgar accesibilidad a áreas ya existentes y favorecer la eficiencia de la inversión pública; y el Parque Urbano Isla Cautín en Temuco, que tiene como objetivo producir un impacto positivo en términos hidráulicos, ecosistémicos, culturales y socioeconómico a escala comunal y regional.
"El Parque Urbano Isla Cautín es un verdadero hub de innovación y aprendizaje, y lo ha tomado el municipio para poder generar más proyectos de parques con enfoque de infraestructura verde. Temuco es la ciudad que estaría más cerca de ser como Vitoria-Gasteiz -capital del País Vasco reconocida como Capital Verde de Europa en 2012 y Ciudad Verde Global en 2019-", expresa el arquitecto.
Valoración de los humedales
Junto con estas iniciativas también se han desarrollado otras medidas para asegurar la implementación de la infraestructura verde como la Ley de Humedales Urbanos en 2020, que busca asegurar la protección de los humedales que se encuentren total o parcialmente dentro del radio urbano.
Carolina Rojas, docente del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales e investigadora del Cedeus, explica que, gracias a esta ley pionera en América Latina, se ha logrado proteger más de 100 humedales en todo el país, los que superan las 11.000 hectáreas. Además, ha permitido impulsar planes de gestión, ordenanzas, proyectos de infraestructura y parques, enfocados en potenciar sus beneficios como infraestructuras verdes multifuncionales.
"Trabajamos para hacer accesible la información científica a la comunidad, lo que ayudó a que la Ley de Humedales Urbanos surgiera como una demanda de la población que se transformó en política pública", asegura la académica.
El análisis de datos geoespaciales y territoriales es clave para identificar áreas prioritarias en la implementación de infraestructura verde. En el Observatorio de Ciudades UC (OCUC) se utilizan herramientas GIS (Sistema de Información Geográfica) para analizar variables como biodiversidad, cobertura de suelo, vulnerabilidad climática y distribución demográfica, lo que permite una planificación más precisa y eficiente de este tipo de soluciones. Además, respalda el monitoreo y la evaluación continua de la infraestructura, al adaptar las estrategias a las necesidades cambiantes y al fortalecer la resiliencia urbana a largo plazo.
Los beneficios de la naturaleza
Otra iniciativa es "Valoración social y ecológica de los servicios ecosistémicos locales" (VESSEL 2.0), proyecto que busca estudiar la naturaleza en el contexto urbano como un sistema socio-ecológico, donde la naturaleza y sus beneficios se expresan de maneras diversas y están integrados en la vida cotidiana de las personas. Utiliza análisis geoespacial para identificar y caracterizar zonas de estudio, junto con aplicar técnicas de regionalización para definir áreas que representen los sistemas socio-ecológicos urbanos.
"Cuando pensamos en estos sistemas sociológicos, a menudo nos enfocamos en parques y plazas, pero es importante entender que están inmersos en un contexto urbano, donde interactúan con las personas, los humedales y otros servicios ecosistémicos, generando un impacto positivo en las poblaciones. Comprender estas interacciones y especializarnos en ellas nos ayudará a realizar un diagnóstico territorial más holístico, lo que permitirá implementar de manera más efectiva soluciones basadas en infraestructura verde", concluye el académico Ricardo Truffello, quien lidera el proyecto junto con Francisco de la Barrera, investigador de Centro de Desarrollo Urbano Sustentable y académico de la Universidad de Concepción.