Jueves 24 de febrero de 2022.- Con 14 millones de kilómetros cuadrados, la Antártica es el cuarto continente más grande después de Asia, América y África. Además de su hielo que la cubre en un 98%, existe el hielo marino que la rodea y sirve para aumentar su superficie.
Pero la extensión del hielo marino antártico registró la superficie de hielo más baja en el registro satelital iniciado en 1979 y que contabiliza 44 años. La superficie helada alrededor de este continente es inferior al récord establecido anteriormente, en marzo de 2017, de 2,1 millones de kilómetros cuadrados y ha caído a 1,966 millones de km2.
Los datos fueron publicados por el Centro Nacional de Datos de Hielo Marino de la Universidad de Boulder (Colorado, Estados Unidos), que observó que nunca hasta ahora esta extensión helada había sido tan reducida. Sus investigadores esperan que a partir de ahora, al acabar el verano austral, el hielo se irá recuperando, sobre todo a partir de la segunda semana de marzo (al entrar en el otoño austral).
El informe apunta que "existe una pronunciada variabilidad a escala decenal en las condiciones oceánicas y atmosféricas que influyen en el hielo marino antártico. Queda por ver si las condiciones de poco hielo de los últimos años representan un nuevo cambio a escala decenal".
Muchos científicos y ONG afirman que el colapso climático es evidente en la región, con algunas partes de la Antártica calentándose más rápido que en cualquier otro lugar del planeta. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ratificó que en febrero de 2020 se alcanzó un nuevo récord de temperatura máxima puntual para el continente antártico de +18,3 grados Celsius. Además, el casquete polar de la Antártica está perdiendo masa tres veces más rápido ahora que en la década de 1990 y está contribuyendo al aumento global del nivel del mar, según datos satelitales aportados por la NASA.
Juan Manuel Lirio, geólogo del Instituto Antártico Argentino, explicó a Infobae que "desde 1985 se han duplicado la cantidad de lagos en la Antártica, producto del retroceso de los glaciares. Lo preocupante es que la Antártica es el mayor espejo blanco de superficie que tiene la Tierra y sirve para rechazar la luz solar y evitar el calentamiento global. Es la principal ´heladera´ que tiene el planeta. Cuando el hielo marino que rodea al continente se derrite, esa superficie blanca que rechazaba el calor, ahora se transforma en azul, que es el agua, que lo atrae".
Por su parte, Greenpeace Chile sostuvo en un comunicado que "es aterrador presenciar cómo se derrite este océano. Las consecuencias de estos cambios se extienden a todo el planeta, afectando las redes alimentarias marinas de todo el mundo. A la vez, en 2020, vimos que el Ártico alcanzó su segunda extensión de hielo marino más baja registrada, ahora necesitamos una red global de santuarios oceánicos viendo la crisis que está ocurriendo en ambos polos".
Fuentes: Infobae y Emol