Martes 21 de marzo de 2023.- Más de 50 organizaciones ciudadanas expresaron su total rechazo al cultivo de salmones en el lago Llanquihue, en la región de Los Lagos, por la "permanente amenaza" que esta actividad significa para el ecosistema y por la falta de condiciones para evitar eventuales impactos que tienen las empresas que allí operan como Caleta Bay, desde cuyas jaulas escaparon más de 60 mil peces el pasado 23 de febrero.
A través de un comunicado, los firmantes recordaron que uno de los impactos más devastadores de la industria salmonera es la fuga de estas especies exóticas que en los últimos doce años han sumado "más de 5.000.000 de ejemplares" de peces depredadores que "afectan gravemente a las especies nativas y su entorno, sobre todo en cuerpos de agua cerrados o semicerrados como es el caso del lago Llanquihue".
Las organizaciones –entre las que figuran Greenpeace, Modatima, FIMA, Chile Sustentable, Ecoceanos, Fundación MAPA, CAC Maullín y Defendamos Chiloé– también manifestaron su preocupación por los impactos que estos incidentes tienen en la conservación del Santuario de la Naturaleza Humedales del río Maullín, así como en las comunidades locales.
Al respecto aseguraron que los más de 60.000 salmones que escaparon desde los centros Phillipi y Puerto Phillipi, ubicados en el sector Totoral, "se dispersarán por el lago Llanquihue, cuyo patrón de corrientes de agua los llevarán hacia la zona de desagüe al río Maullín, ingresando al enunciado Santuario de la Naturaleza. Estos miles de salmones además de dispersar su carga parasitaria y de antibióticos en el agua, depredarán sobre la fauna acuática nativa, como insectos, crustáceos, moluscos, anfibios, reptiles, aves acuáticas y peces nativos con problemas de conservación, varios de ellos amenazados de extinción. Esto último impacta también sobre recursos alimenticios para las comunidades locales, que han desarrollado un conjunto de prácticas culturales asociadas a la pesca artesanal en el estuario del río Maullín".
Por todo lo indicado, exigieron a las autoridades y servicios competentes que apliquen "las mayores sanciones legales a la empresa Caleta Bay, por el potencial daño ambiental al medio ambiente acuático. Así también, que la empresa asuma su responsabilidad ambiental y social por el escape, haciendo pública la evidencia que demuestre la real recaptura de los salmones, dando cuenta de manera transparente las medidas efectivas de mitigación de este potencial impacto ambiental negativo generado por el escape de sus salmones".
Cabe señalar que la compañía salmonera denunció que fue víctima de sabotaje y que la fuga de peces se produjo por un "ataque provocado por terceros", lo que derivó en acciones investigativas que siguen en curso. Por otra parte, la última cifra constatada e informada por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de recaptura de estos salmones llegaba a poco más de 22 mil ejemplares, vale decir, el 36% del total.