Miércoles 22 de marzo de 2023.- Cada 22 de marzo, desde 1993, se conmemora el "Día Mundial del Agua" con el propósito de visibilizar el problema de la escasez hídrica en el mundo. Este tema afecta directamente a Chile, que lleva más de 10 años de mega sequía y ha dejado a cientos de poblados y localidades prácticamente sin el vital elemento.
En este escenario, el Dr. Patricio Rubio, director del Magíster en Gestión del Agua (Master Water Managemenent), del Departamento de Ingeniería Comercial y de Obras Civiles de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), comenta que "en Chile no hay un problema de conocimientos hidrológicos, sanitarios, industriales de ingeniería o tecnológicos, ya que existe un buen nivel en todas las áreas; el problema es la asignación del recurso y su gestión, es decir falta una autoridad del agua".
Agrega que "falta una clara estructura del Estado y de la sociedad civil que organice, coordine y jerarquice en un sistema único las más de 40 organizaciones que se preocupan de los temas del agua en el país. Hoy se repiten acciones y niveles de bajo impacto de decisión por falta de esta estructura jerarquizada que obedezca a una estrategia marco, clara y precisa".
El Dr. Rubio explica que la estrategia del agua está orientada por tres vectores: "el primero, de variabilidad, escasez y calidad del recurso, causados por el cambio climático, mayor demanda social, industrial y agropecuaria, además de desorden en la gestión y asignación; el segundo es una nueva ingeniería y formas de gestión del agua; y, en tercer lugar, están los vectores que definen las futuras políticas públicas de inversión en el sector. En definitiva, necesitamos una autoridad del agua en Chile con plenos poderes dado los graves efectos del desorden de los entes que ven los temas del agua".
Rol de la autoridad
Respecto al rol de una "autoridad del agua", la cual podría ser una persona o un comité expertos, el especialista asegura que debe tener "plenos poderes para orientar, gestionar y dirigir este nuevo sistema jerarquizado y lograr lo que equitativamente corresponde a todos los actores de la sociedad nacional que demandan el agua".
Sostiene también que esta autoridad, aparte de ordenar la gestión hídrica, debe generar las bases de una nueva estrategia nacional del agua y, además, dar los insumos y conocimientos necesarios para lograr una real planificación nacional territorial. "Por ejemplo, podría pautear el crecimiento y desarrollo nacional en función de la existencia de excedentes del recurso agua. Poner orden en los 'derechos' de agua y priorizarlos según el orden de necesidad de los chilenos", señala.
En relación a las plantas desaladoras, plantea que son viables y posibles "de acuerdo al uso y precio final del agua, aunque las mineras están dispuestas a pagar esos altos costos por el tratamiento del agua de mar. Actualmente, las desaladoras que generan agua de consumo humano no traspasan el total de su costo al usuario, por lo que el Estado amortiza parte de éste. Por lo tanto, se espera que con el avance de la ingeniería en esta área de conocimientos se reduzcan los costos y, por supuesto, los impactos ambientales de estas formas de generación de agua dulce. Tal vez en unos años más no hablaremos de estos temas".
Y sobre la construcción de una carretera hídrica es enfático en señalar que "el problema de sacar agua de una cuenca para llevarla a otra genera conflictos de interés y ambientales, y aumenta la vulnerabilidad del suministro. La planificación territorial recomienda gestionar el agua bajo el criterio de cuencas y subcuencas, de estas últimas se ha identificado un centenar en el país".
Fuente: USM