Miércoles 24 de noviembre de 2021.- La zona norte de Chile se caracteriza por sus desiertos áridos y bajas precipitaciones durante el año. Esta condición histórica, que se ha acrecentado con el cambio climático, ha producido que surjan diferentes ideas para la obtención de un recurso tan importante como lo es el agua.
Un método efectivo son los atrapanieblas. Este sistema data de aproximadamente 1956 y consta de una malla que atrapa gotas de agua microscópicas que contienen la clásica neblina del norte del país o mejor conocida como "Camanchacas". La solución se ha posicionado como una importante opción para la obtención de agua de forma regular en estas áreas, donde muchas veces no llega alcantarillado o transporte con este recurso.
En ese contexto, el investigador del Instituto de Investigación Multidisciplinario en Ciencia y Tecnología de la Universidad de La Serena (ULS), Dr. Danilo Carvajal, en conjunto con la Dra. Sonia Montecinos y el Dr. Luis Silva, ambos académicos de la Facultad de Ciencias de la ULS, diseñaron un proyecto que consiste en el desarrollo de un atrapanieblas de alta eficiencia, el cual fue seleccionado en el Concurso IDeA I+D 2021 Fondef (Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico), que apoya financieramente la ejecución de proyectos de investigación científica y tecnológica, con potencial impacto económico y/o social.
El proyecto, que obtuvo un financiamiento de 199 millones de pesos, debería empezar entre diciembre próximo y enero de 2022. "La idea es diseñar y construir un atrapanieblas de mayor eficiencia que los convencionales. Para esto realizaremos experimentos en laboratorio, con túneles de vientos, y en terreno", señaló el director del proyecto, Dr. Danilo Carvajal.
El investigador explica que esta idea viene de hace bastante tiempo, y que especialmente estos últimos años se han concentrado en mejorar la eficiencia de la recolección de agua de niebla.
La recolección de agua de niebla tendría efectos directos en la eficiencia y en el uso del agua. "Yo diría que puede tener un impacto positivo en las comunidades costeras el contar con un recurso hídrico alternativo. Puede servir para agricultura o consumo humano (con el tratamiento necesario). La idea es mejorar la calidad de vida de las personas", comenta el científico ULS.