Jueves 2 de febrero de 2023.- Una multa que asciende en total a 900 UTA (que equivale a unos $670 millones), aplicó la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) a la empresa sanitaria Esval. Esto, tras constatar una nueva falla registrada el domingo 9 y el lunes 10 de octubre del año 2022 en la infraestructura que transporta las aguas servidas de las localidades de Quilpué y Villa Alemana, y que implicó una descarga de emergencia de una gran cantidad de estos residuos líquidos al estero Marga Marga, en la región de Valparaíso.
De acuerdo a los antecedentes entregados por el jefe de la Oficina Regional de Valparaíso de la SISS, Carlos Órdenes, estas multas se aplican como resultado de las investigaciones realizadas por el organismo, e informó que consideraron incumplimientos en la continuidad del servicio de recolección de aguas servidas, incumplimientos de órdenes e instrucciones entregadas por la SISS, y haber puesto en peligro la salud de la población aledaña al lugar del derrame de aguas servidas.
Cabe indicar que, en diciembre de 2020, se observó una rotura similar que implicó la descarga de más de 50.000 m3 de aguas servidas sin tratar al estero. Producto de esta grave situación, la SISS aplicó a Esval una sanción de 560 UTA (alrededor de 416 millones de pesos), la cual fue ratificada en resolución exenta N°57 del 13/01/23.
Además, la SISS ya levantó un nuevo expediente de sanción contra Esval por los hechos ocurridos recientemente en enero 2023, por la falla producida en la planta elevadora de aguas servidas 2 Norte, lo que nuevamente provocó una descarga de aguas servidas crudas hacia el estero Marga-Marga y medio marino.
En la SISS aseguran que seguirán manteniendo una permanente fiscalización de la infraestructura que transporta las aguas servidas de las localidades de Quilpué y Villa Alemana, verificando tanto su operación como la ejecución de las acciones comprometidas por la empresa para garantizar que estos eventos no se repitan en el futuro.
Conforme a la ley, las multas son a beneficio fiscal y deberán ser pagadas en la Tesorería General de la República, sin perjuicio del derecho que le asiste a Esval de reclamar ante los tribunales sobre la procedencia y magnitud de la sanción aplicada.