¿Puede el cambio climático causar un colapso global de la sociedad o incluso la extinción humana?

Martes 2 de agosto de 2022.- Una gestión de riesgos prudente en materia de cambio climático requiere considerar los peores escenarios, entre los cuales está la posibilidad de que este fenómeno provoque un colapso en la sociedad a nivel global o incluso una eventual extinción de la humanidad.

Así lo plantea un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge en un artículo titulado "Climate Endgame: Explorando escenarios catastróficos de cambio climático", que publicó recientemente la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS).

Los autores advierten que "existen amplias razones para suponer que el cambio climático podría resultar en una catástrofe global", sin embargo, esas opciones más extremas han sido poco estudiadas. Al mismo tiempo, sostienen que el análisis y comprensión de estas situaciones podría ayudar a fortalecer las acciones, mejorar la resiliencia y generar políticas más decididas para afrontar este fenómeno, incluyendo las respuestas frente a emergencias.

En ese contexto, llaman a desarrollar una agenda de investigación que responda cuatro interrogantes principales: ¿Cuál es el potencial del cambio climático para conducirnos a eventos de extinción masiva?, ¿qué mecanismos podrían resultar en una mortalidad y morbilidad humana generalizada?, ¿cuáles son las vulnerabilidades de la sociedad frente a los riesgos que genera la crisis climática, como las guerras, la inestabilidad política y los peligros para el sistema financiero?, ¿cómo pueden estas múltiples evidencias ser resumidas de manera útil en una "evaluación integrada de catástrofes"?

De igual modo, instan al Panel Intergubernamental de científicos especialistas en cambio climático (IPCC) de las Naciones Unidas, a publicar un informe específico sobre el riesgo de los escenarios catastróficos, ya que sus estudios hasta ahora se han enfocado en los impactos de un calentamiento global de 1,5 o 2 °C por encima de las temperaturas observadas en 1850, antes del inicio de la industrialización global, pero no mencionan consecuencias extremas como la extinción humana.

La publicación se puede revisar en este link.