Jueves 14 de diciembre de 2023.- "Al reutilizar el agua gris, se puede ahorrar hasta 70% del recurso". Así lo sostuvo el Dr. Amit Gross, investigador israelí experto en la materia, en un webinar internacional organizado por el Proyecto GWR (Greywater Reuse), donde también planteó que esta es una solución más económica que la desalinización. Al mismo tiempo, advirtió que hay una serie de desafíos a enfrentar para que dicho recurso se pueda reusar de forma segura.
El director del Instituto Zuckerberg, dedicado a la investigación del agua y perteneciente a la Universidad Ben-Gurión del Negev, en Israel, partió comentando que el agua es un bien crecientemente escaso por lo que su reutilización se hace cada vez más necesaria.
"Según la ONU, un 45% de la población mundial vive en zonas consideradas áridas, porcentaje que se va incrementando. Lo que hay que tener en cuenta es que el agua es un recurso finito en el mundo, que en un 95% no está disponible para nosotros. La poca agua superficial que sí tenemos disponible no es suficiente para proveer debido a que, a medida que crece la población, aumenta la demanda, y además está sometida a contaminación por la actividad humana, por lo que muchos recursos hídricos no son aptos para el consumo", señaló el Dr. Gross.
No obstante, el especialista aseguró que "hay mucho espacio para mejora. Si vemos la agricultura, estamos regando alrededor de tres veces más que las necesidades reales de una planta. La demanda de agua de la agricultura alcanza el 70% del consumo y se proyecta que llegará casi al 90% en 2050".
Aparte de optimizar el uso, fue tajante en señalar que hay que buscar nuevos recursos: "No hay duda de que el agua gris se puede separar del agua negra y, al reutilizarla, se puede llegar a ahorrar hasta 70% del recurso", enfatizó.
Desafíos y beneficios
El Dr. Amit Gross sostuvo que no hay una receta única para abordar el reúso de las aguas grises, porque hay que considerar la escala (no es lo mismo una vivienda unifamiliar que un edificio) e incluso los hábitos de consumo y las tecnologías que usan –por ejemplo– para el vaciado del inodoro, que varían de país en país, lo que modifica la proporción de aguas grises.
Asimismo, enfatizó que hay varios desafíos asociados a la reutilización de este recurso, los que dividió en tres principales. "Uno es físico, y tiene que ver con que la cañería de agua residual está diseñada para una cierta cantidad de líquido y sólido, donde el flujo puede verse complicado si removemos 60% del agua presente. Este es un tema que, si desarrollamos el reúso de agua gris a mayor escala, tendrá que tomarse en consideración en todos nuestros diseños", indicó.
Los otros retos apuntan a los riesgos para la salud por la dispersión de patógenos, así como restos de fármacos, y a los efectos ambientales que se pueden producir. "Por lo tanto, para que el agua gris se puede reutilizar en forma segura, se requiere un tratamiento efectivo", afirmó el Dr. Gross.
Respecto a los beneficios del reúso de las aguas grises, destacó que el ahorro "no es sólo a nivel de usuario, sino que también puede serlo a nivel nacional, tanto en agua como energía, si comparamos con las centrales de desalinización, que es lo que se utiliza en Israel".
A diferencia de lo que ocurre con la desalinización, "es posible tratar agua gris con tecnologías de bajo costo, lo que la hace ser una solución económica", concluyó el Dr. Amit Gross. Al mismo tiempo, invitó a seguir investigando y desarrollando opciones de reúso de aguas grises, de cara a un futuro de escasez hídrica.
Proyecto GWR
El webinar en que participó el experto israelí se desarrolló en el marco del proyecto GWR (Greywater Reuse), que apunta a reusar aguas grises domiciliarias –las cuales representan cerca del 65% de las aguas eliminadas desde los hogares– en el riego de muros y techos verdes, entre otros fines, mejorando la gestión del agua y obteniendo beneficios en aislación térmica y acústica de las viviendas.
La iniciativa es desarrollada por un equipo científico compuesto por siete investigadores de las universidades de Santiago (5), Andrés Bello (1) y del Bío-Bío (1); y cuenta con el financiamiento del Proyecto Anillo de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
Para estudiar y exhibir estas soluciones a escala real se está instalando una casa piloto en el Centro Tecnológico para la Innovación en Construcción (CTEC) ubicado en Laguna Carén.
Más información en www.proyectoaguasgrises.usach.cl